domingo, 19 de abril de 2009

...Y llegaron las vacas flacas...

Hasta ahora, mi marido, que trabaja en el sector de la construcción, había tenido trabajo más que suficiente. Incluso se podía decir que iba un poco agobiado.

En principio no había de que preocuparse, puesto que bueno, a mi no me va mal el trabajo y el tenía grandes proyectos. De repente de la noche a la mañana, todo empieza a fallar. La obra en la que estaba trabajando en la cual tenía trabajo hasta julio o agosto, no les pagaba, se tuvo que ir para que la deuda no ascienda a mas. Los presupuestos que hacia, llegaba otro y se los chafaba, (de esto ya hablare en otro apartado, que tiene miga), la gente deja de pagar y deja de hacer reformas...en fin un desastre, en el cual lo pase verdaderamente mal. Parece ser que ahora tiene por delante unos cuantos trabajillos y bueno, de momento, tan solo de momento podemos respirar tranquilos.

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